El torneo Argentino B siempre tiene alguna anécdota para ofrecer. En esta oportunidad, Racing de Olavarría recibía a Real Arroyo Seco, por la novena fecha del interzonal de la temporada 2009/10. Un triunfo para el Chaira significaba escalar a la cima del certamen. Sin embargo, el conjunto visitante no viajó hacia Olavarría y, además, nunca avisó que desistía de jugar.
De todas maneras, José Paredes, el juez del partido, autorizó la salida del equipo local. La terna arbitral esperó 15 minutos de tolerancia y dio la orden para mover la pelota: Carlos Tavaré tocó para Martín Uranga, y por detrás llegó el arquero Gabriel Senzacqua, quien corrió con el balón desde el círculo central hasta el arco contrario para convertir el gol.
Un gol fantasma le permitió a Racing de Olavarría sumar tres puntos sin transpirar la camiseta. Por su parte, el dueño del club de Rosario, Patricio Gorosito, sostuvo que en ese momento estaba todo dado para disputar el encuentro el día domingo, pero el cambio para el lunes complicó las cosas.
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