Disputada la novena fecha del torneo de la Primera B Metropolitana, el Bohemio ratificó su nivel de juego y superó 3 a 1 al alicaído Los Andes, que suma ocho partidos sin conocer la victoria.
El Mil Rayitas ganó un solo encuentro, el primero frente a Sportivo Italiano, y a partir de allí no supo o no pudo encontrar un funcionamiento que le devolviera la confianza para proclamarse como un serio candidato a pelear por el único ascenso a la B Nacional.
Sin embargo, el duro presente de la institución de Lomas de Zamora se vio empañado por el alejamiento de su entrenador Oscar Cachín Blanco, tras la última derrota en su visita a Brown de Adrogué. Desde que se estableció su vínculo contractual con Los Andes, a principios del 2010, Cachín dirigió 22 partidos, con 7 triunfos, 11 empates y 4 derrotas.
De todas maneras, la crisis deportiva del Mil Rayitas se remite al pasado: la dirigencia del club prefirió optar por proyectos a corto plazo en lugar de mantener como objetivo de trabajo un programa de mediana-larga duración. Es decir, de acuerdo a los resultados los técnicos continuaban en su cargo. De esa forma, del 2007 en adelante han pasado nueve entrenadores. Un promedio de tres por temporada.
Asimismo, detrás de cada plantel hubo demasiadas incorporaciones por torneo. Para este certamen Oscar Blanco contó con un total de 18 refuerzos, más una pequeña base de jugadores del campeonato anterior y, además, se promovieron a algunos chicos de las inferiores. No siempre un plantel conformado por buenos jugadores y otros no tanto garantizan un ascenso. A lo largo de un flojo torneo todos se miden con la misma vara.
Algunos jugadores se convierten en refuerzos de un club de acuerdo al presupuesto que se destine para el fútbol profesional; otros surgen de las divisiones inferiores y otros son un producto que ofrecen representantes o gente allegada.
Por lo general, en Los Andes siempre, o por lo menos desde hace unos años, se priorizó el aporte ajeno de empresarios o personas que gozan de cierta posición de poder o, también, personajes que están o fueron parte de la política de Lomas de Zamora.
En esta sociedad entre la política y el fútbol los beneficios para el club se ven, en algunos casos, reflejados en una insignificante retribución. Por lo tanto, es difícil armar un proyecto propio sin que el dinero invertido por las partes intervinientes tome injerencia en las decisiones de los dirigentes de una institución. De todas formas, todos comparten responsabilidades.
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