lunes, 13 de septiembre de 2010

Campeón e invicto

Ascender de categoría es considerado una hazaña deportiva, y tiene que ver con el éxito y con otros factores que en algunos clubes es ilusorio: el orden institucional . No obstante, si un equipo se corona de manera invicta es un hito histórico difícil de igualar, y para destacar.

En 1944 Barracas Central ascendió a la Segunda de Ascenso después de conseguir el título en un torneo disputado por 9 equipos y que contó con 18 fechas. Luego de dos malas temporadas (1945 y 1946) volvió a descender.

Almirante Brown fue otro de los clubes que supo conquistar a los simpatizantes Mirasoles. En 1952 se afilió a la AFA bajo el nombre de Deportivo San Justo, en fusión con el Club Atlético San Justo. Pero en 1956 volvió con su nombre original, participó de su primer torneo oficial y lo ganó de punta a punta.

En Munro también se festejó más de la cuenta: Colegiales, en 1947, se consagró campeón y obtuvo el ascenso a la Segunda de Ascenso, con una campaña sensacional. El tricolor recuperaba la categoría después de tres años de ausencia.

Arsenal de Sarandí, con sólo cinco años de vida conseguía en 1962 el ansiado ascenso a la Primera C, tras terminar primero tanto en su zona como en el hexagonal final. Ese año, el equipo del viaducto comenzó a construir su viejo estadio.

El fútbol contemporáneo dejó su huella con un nuevo récord. En la temporada 1988/89 Ferrocarril Midland alcanzó un invicto de 30 partidos, con 28 victorias y 11 empates, y subió a la Primera C. Una campaña implacable que deslumbró a los hinchas del Funebrero de Libertad.

La Naranja Mecánica del Sur. Berazategui es otro de los clubes que quedó en la historia del fútbol de ascenso argentino. En el torneo 1989/1990 ascendió a la Primera B, después de mantener su invicto durante 44 partidos.

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